lunes, 19 de septiembre de 2016

Uno diría que con el paso del tiempo se me iba a pasar toda esta ansiedad, todo este dolor, que algo se me iba a pasar. Pero pasa el tiempo y no sé que hacer. No sé qué esperar. No quiero esperar. Ojalá tuviera una fecha límite todo esto. Ojalá no tuviera que estar en este eterno limbo. ¿Sabés? Duele amar tanto. Y siempre creí que tenía que seguir amando, aún después de eso. El problema es el tipo de dolor. No es el dolor que siento los viernes cuando veo a los chicos, que podrían tener tantas oportunidades y a veces ellos no se las dan, y me gustaría hacer tanto, y estar tanto más ahí. No es el dolor que siento los sábados en mangrullo, no es el dolor que siento cuando veo a la enana hacer las mismas giladas que yo a su edad, y no poder hacer nada para impedirlo. No. Es otro dolor. Y es horrible. Es algo que se te cala adentro del cuerpo, algo que hace que me duele el pecho, algo que hace que no tenga ganas de vivir, no tenga ganas de seguir, de saber que algo siempre me va a faltar. No sé cómo se supone que siga adelante. No sé qué hacer. No quiero conocer a alguien más. No quiero mostrarle todo lo que soy, no quiero perder la vergüenza enfrente suyo. No quiero confiarle todo. No quiero que sepa que pienso con sólo mirarme. No quiero que me enseñe y ayude a quererme. No quiero que me muestre lo lindo de la vida. No quiero que compartamos series. No quiero aprender a amar a alguien más. No quiero alguien que me haga olvidar de vos. Porque sé que no lo va a hacer. Y no quiero pasar mi vida comparándolos. Te quiero a vos. Te extraño. Volvé, por favor. Rezo y rezo para que te des cuenta que tu camino es conmigo. Porque, ¿qué voy a hacer yo cuando te des cuenta de que no? ¿Qué voy a hacer cuando vengas y me digas que se terminó todo? ¿Qué voy a hacer cuando ya no quede ni un atisbo de esperanza?. 
Yo no creo que vos puedas nunca entender todo lo que me hacés sentir. No creo que nunca dimensiones lo que significaste en mi vida. No creo que nunca entiendas cuánto te amo. Me convertiste en otra persona. Sé que te debo mucho de lo que soy, mucho de lo que crecí. Al lado tuyo siempre fui la mejor versión de mí misma. ¿Y quién va a sacar eso otra vez de mí?. 
Y no sabés lo que sufro sin poder hablarte. Lo difícil que es. Y me da bronca que sea tan fácil para vos. Y me da bronca que nunca me digas nada. Necesito escucharte alguna vez. Y  que me digas algo real, que salga de vos. Y no quiero esperar un tiempo indefinido para escucharlo. No quiero estar todos los días sentada mirando el celular esperando que cada mensaje que me llega en realidad sea tuyo. No quiero seguir sufriendo. No creo que nunca te des cuenta de todo el daño que me hiciste. Y no creo que nunca te lo vaya a decir. Creo que si un día volvés, voy a tener tanto dolor y bronca hechos un bollo en el pecho, que me va a costar mucho volver a lo que éramos. Pero, ¡cómo me gustaría que vuelvas! ¡Qué no daría por poner todo de mí otra vez para volver a amarte como siempre lo hice!.
Y aunque torturo gente cada vez que te quiero hablar, no puedo decirle a nadie realmente todo lo que siento. Lo sola que estoy. Lo vital que eras para mí. Que sos. Ya no sé si hablar en pasado o presente. ¿Cómo puedo explicarle a nadie que eras el motivo por el que me levantaba todos los días?, que siempre me diste fuerzas y ganas de hacer cosas. Que nunca amé como te amo a vos. Que nunca voy a volver a amar así. Y que nunca estuve tan sola. Y que no sé cuánto tiempo voy a estar así, pero sé que no va a ser poco. No puedo explicarte cómo nunca creí que me iba a sentir así. Y esto se suponía que me iba a hacer sentir mejor, descargar parte de lo que siento, pero me está destrozando. 
Es tan cobarde de mi parte querer tanto que vuelvas. Yo sé que estás eligiendo algo mucho mejor que yo, que nunca podría competir con eso. Pero ¡qué bronca me da que vos tengas algo en tu vida! Yo estoy vacía desde que te fuiste. Y el peor recuerdo de mi vida es verte caminar al auto, y saber, deep down, que no ibas a volver. Que nunca fui suficiente para vos. Siempre lo supe. Siempre te lo dije. Nunca merecí alguien como vos. Siempre fuiste demasiado para mí. Pero ¡cómo te disfrutaba! ¡Qué feliz me hacías! 
Por favor, no te tomes mucho tiempo. Necesito saber. Lo necesito. No quiero estar para siempre así. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario