lunes, 18 de julio de 2011

Pero, aunque ahora estaba caliente y cómoda, el sueño no acudía.

<< ¿ Qué es lo que quiero ? ¿ Qué quiero en realidad en este momento ? >>, se preguntó. Y la respuesta acudió a ella de inmediato.

<< Quiero ver a Stefan. Quiero sentir sus brazos a mi alrededor. Quiero simplemente mirar su cara, sus ojos verdes con esa mirada especial que únicamente me muestra a mí. Quiero que me perdone y que me diga que sabe que siempre lo amaré.

>> Y quiero... –Se sintió ruborizar cuando un calorcillo le recorrió el cuerpo–. Quiero que Stefan me bese. Quiero los besos de Stefan... Cálidos y dulces, y reconfortantes...>>

Elena pensaba esto mientras por segunda o tercera vez cerraba los párpados y cambiaba de posición, con lágrimas aflorando otra vez a sus ojos. Si al menos pudiese llorar, llorar realmente, por Stefan. Pero algo la detenía; le resultaba difícil hacer salir una sola lágrima.

Cielos, estaba agotada...

Elena lo intentó. Mantuvo los ojos cerrados y dio vueltas a un lado y a otro, tratando de no pensar en Stefan durante apenas unos pocos minutos. Era necesario que durmiese. Desesperada, se removió violentamente para intentar hallar una posición mejor...

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