(5)Ya iba un mes desde que estábamos juntos. Y lo puedo decir, y no me importa lo que los otros piensen: fue uno de los mejores meses de mi vida. A veces estábamos horas y horas juntos, mientras que otras, dos minutos bastaban. Estábamos perfectamente juntos, nos llenábamos mutuamente. ¿Te acordás de ese día? Me pasaste a buscar por el colegio, era uno de los últimos días de clase, del último año. Corrí cuando te ví y te besé. Fuimos hasta tu casa y tomamos la leche, mientras me contabas lo que habías hecho. Entonces llego tu mamá con la noticia. Entonces se me nublo la vista, y me empecé a marear. No podía ser verdad lo que escuchaba. ¿Qué decía?.
Después me contaste que me había desmayado, después cuando desperté seguía en estado de shock. Te pregunté si era verdad todo lo que tu madre nos había dicho. ¿Qué había pasado? ¿Cuando? ¿Cómo? No lo podía creer, era tan irreal. Aún hoy me parece un sueño todo lo que pasó ese día. Después de eso estuve horas y horas llorando. ¿Cómo podía ser cierto? ¿Cómo podía haber pasado algo tan horrible? No, no, no podía ser verdad. Y vos nada más me abrazabas, y te entiendo, no hubiera habido nada que me calmé en ese momento. Quería levantarme y romper todo alrededor, quería llorar, quería gritar, quería golpear a todos los que habían causado eso. Quería decirte lo mucho que odiaba el mundo, odiaba todo. Y vos me abrazabas, e intentabas calmarme. Que odio, que impotente me sentía. Eso era. Me sentía total y completamente impotente. No podía hacer nada, y se sentía horrible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario